ES ADSURDO

   Éste año para mi es importante; cumplo treinta años, si bien es cierto he venido madurando a lo largo de los años, cometiendo errores, volviéndome a levantar unas setenta veces siete, y hasta más. Sin embargo; éste año definitivamente mi compromiso con Dios, y conmigo misma es más intenso ¿Por qué internamente es así? No lo sé con precisión pero tal vez sea por que se acerca sí Dios lo permite una nueva década muy significativa.

He estado haciendo cambios en mis rutinas en privado sobre temas espirituales, y terrenales. Y digamos que vamos bien; o sea escribo en plural porque mucho de esto viene de la motivación primeramente de Dios, y de mis seres amados. Pero ayer; y hoy amanecí con una espera absolutamente extraña. Me refiero a pensar cuando será el día de éste mes o del siguiente en que me rendiré; que volveré a la desmotivación, a la inconstancia, darle la bienvenida a la ansiedad, y falta de gozo ¡ES ADSURDO! No es normal ¿Quién espera por el siguiente fracaso? ¿Quién espera volver a ceder a la presión del afán? 

Se supone que uno debe esperar de Dios en nosotros cosas buenas, él no nos toma en sus manos con la intención de que muramos en el desierto. y menos nos lleva al mar ahogarnos sino a caminar. Él no me invita al fracaso de los esfuerzos por pequeños que sean. Entonces por segunda vez ésta mañana hable con Dios sobre éste tema; leí su palabra, escuché una predica de un hermano, y fui edificada. 

Recuerdas la historia de Abraham; pues su historia hoy fue una exhortación para mi, y ejemplo. En Romanos 4:19-21 dice: 

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La fe de Abraham no se debilitó, aunque ya tenía casi cien años de edad y se daba cuenta de que tanto él como Sara ya estaban casi muertos, y que eran demasiado viejos para tener hijos. No dudó ni desconfió de la promesa de Dios, sino que tuvo una fe más fuerte. Alabó a Dios, plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.

Sé que constantemente nuestra fe es probada; y que los pensamientos en muchas oportunidades son un medio para esto. Pero no lo voy a negar no me gusta en lo absoluto estos tipos de pensamientos ladrones; parecen cuchillos intentando entrar en la espalda, parecen esas aguas que apagan la llama, se parece al frio de la muerte inminente. Por eso al leer sobre Abraham es una invitación a que debo insistir en preservar una fe fuerte, una fe que no se debilita con el tiempo, una fe que está cien por ciento convencida en el poder de Dios en mi vida, y en sus promesas.  Vendrán días que evidentemente mi corazón querrá desenfocarse por eso mismo escribo esto. 

Jaimary grítalo sí es necesario: 

Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.

Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.

El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador.

Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

Y luego de leer éstas verdades; recuerda el cielo que viste hoy, y contemplaste. Ése mismo cielo te recordará cuan grande es Dios, y aunque seas muy pequeña en el universo él te dará fuerzas. 

Fotografía - Lima/Perú 8:40 am