¿ESTABA REALMENTE SOLA?

     
    Por mucho me complace la soledad; y también me gusta la compañía de las personas pero solo momentos breves, después desaparezco porque luego me siento cansada. No sé pero mi parte favorita es cuando me voy. Sin embargo; hoy en mi devocional con Dios hubo unas verdades como vara en la espalda, con tono sincero pero necesario Jajaja "Me rio para no llorar".

Éstas fueron algunas afirmaciones:

¿Qué hacías cuando estabas sola? Dices que te gusta la soledad; pero sabes bien que no has estado del todo sola, a parte de relajarte, y sumergirte en tu cama ¿a qué recurrías? Mientras perdías el tiempo ¿Hacia dónde corrías en circulo viciosamente? Si examinarás tus hábitos de años anteriores sabrías que en tu mundo interno lo que carecía era precisamente soledad; valga la redundancia carecías de la soledad para estar con Dios, tus espacios en diferentes temporadas significativamente estuvieron ocupados.

 ¡Tiene toda la razón!

O sea como pretendía levantarme con una fe fuerte cada día; sí en lapsos largos tenia una muy escaza intimidad con Dios, exceso de horas mal gastadas en las redes sociales, mala alimentación, poco sueño, y nada de ejercicio físico. Por eso colapsaba; abrazaba la ansiedad, estaba constantemente desmotivada. Hasta que me harte; sí me aburrí de mi misma año tras año.

Hoy ya no es así; el Espíritu de Dios ha estado corrigiendo mi vida, mostrándome luz en su luz, perfeccionando su obra, y con sus fuerzas estoy peleando por mi destino que es una responsabilidad personal que debo ganar.

¿Cómo lo estoy haciendo?
A partir de las 8pm no toco el celular; me alisto para dormir temprano y poder físicamente despertar antes que salga el sol por la mañana.  

A penas despierto; lavo mis dientes, y rostro. Luego ordeno mi cama; y finalmente totalmente sola voy al lugar para mi encuentro con Dios. Sin distracciones digitales o de otra índole; me presento con el corazón vacío, con mucha sed, y hambre de él. Finalmente a mi encuentro sale el verbo; la estrella más hermosa de mi vida, quien sustenta cada hueso, y da vida eterna. 

Después de todo esto; estoy lista para afrontar cualquier cosa, sin miedo porque yo volví a nacer en Cristo.

Creo fervientemente que Dios sigue siendo el mismo que nos llama a solas; así como lo hizo con Moisés: 

                                                                                
«Tráeme dos tablas de piedra, como las que te di antes. En ellas escribiré las mismas leyes que estaban en las que rompiste. Prepárate para subir mañana temprano a la montaña del Sinaí. Quiero verte en la parte más alta. Nadie debe acompañarte; no quiero ver gente, ni ovejas ni vacas por allí».
— Exodo 34:1.


Leer esto es exquisitamente delicioso; y que Dios se tome el tiempo para hacernos tal invitación es un gran privilegio que no pretendo rechazar estúpidamente por pereza. 

¿Quién es Jaimary Michel para tal invitación de Dios? Pues a lo que a mi me compete nadie; pero mucho para él, y cien por ciento me identifico con la frase que dijo Job ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón, y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes?

Por supuesto que quiero una soledad saludable; de esa que solo se trata de Dios conmigo; quiero ser su amiga, y que él tenga la confianza de escribir sus profundidades en mi corazón.
















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